Se cultiva en toda Europa, pero fundamentalmente en Francia, que es donde está más difundida. De la misma familia que la cebolla, es muy parecida su planta, aunque difiere de ella por el bulbo, compuesto como en el ajo común, de bulbillos alargados, blancos por dentro y de un rojo claro y vivo por fuera.
De sabor parecido a la cebolla común, aunque más suave. Se emplea como condimento de diversos guisos.