Frutillas de unos arbustos silvestres que crecen en las lindes de los campos, en forma de racimos, de intenso color azul y de sabor agradable. (Fitero).
Voz usada generalmente en plural, como moras. Según recuerda Luis Gil Gómez, los chicos, en las tardes de verano, iban a buscar, coger y comer lodoños; y les sabían a gloria.